¿Qué es Affectus?

Affectus es una propuesta orgánica que surge de nuestro encuentro; un intento de vivir la relación de forma segura, afectiva y respetuosa, donde sentimos placer y alegría. Es una aventura que nace de nuestra historia personal y compartida. Buscamos compartir nuestro bagaje, nuestros conocimientos y nuestra forma única de llegar hasta aquí: hacia una mejor relación con nosotros mismos y con la otra persona.

Partimos fundamentalmente de dos tradiciones:

Una de ellas es la psicodinámica (creada por Freud), que se centra en el individuo. Según esta tradición, nuestro paso por las fases iniciales del desarrollo psicoemocional nos deja con deficiencias. La terapia se encarga de esclarecer esta realidad descubriendo las defensas que crea el individuo para superar estas dificultades. Estas defensas son de naturaleza cognitiva, emocional y corporal.

En su momento fueron necesarios para avanzar; sin embargo, con el tiempo pueden volverse más molestos que funcionales y provocar una crisis en la persona, abriendo la posibilidad de una revisión.

La Integración Psicocorporal (creada por el psicólogo Marc Costa) se enmarca específicamente en el enfoque introducido por Wilhelm Reich, donde la dimensión corporal es el foco tanto del proceso defensivo como del terapéutico. Por lo tanto, desde esta perspectiva, las heridas de la infancia afectan nuestros pensamientos, emociones y cuerpo. Cada proceso individual deberá determinar cuál es el itinerario adecuado para sanar estas heridas al máximo y recuperar la integridad de la persona.

La otra es sistémica, históricamente posterior a la psicodinámica y heredera de sus limitaciones. La tradición sistémica considera que centrarse en el individuo es reduccionista. Los problemas surgen en entornos sociales y, por lo tanto, deben abordarse desde la globalidad de los sistemas sociales: la pareja, la familia, la escuela, el trabajo, etc. Dado que uno de los más importantes es la familia, el principal representante de esta tradición es la terapia familiar. Hay unidades familiares funcionales y otras que no lo son. Estas últimas presentan problemas en forma de patologías de sus miembros o dinámicas relacionales negativas. La terapia buscará maneras de ampliar perspectivas particulares e introducir los cambios necesarios para que el sistema vuelva a funcionar.

Para nosotros, estos son dos caminos complementarios: uno, desde el conocimiento individual para ser más conscientes de qué y cómo pensamos, sentimos y actuamos. Y el otro, cómo nos relacionamos con nuestro entorno.